EXPECTATIVAS Y TESTIMONIOS

Testimonios reales de nuestros alumn@s, que van a ir o han ido  a la India.

Este intercambio es mucho mas que un viaje, es una experiencia única e inigualable que nos hace valorar la sociedad en la que vivimos , nuestros valores y lo  realmente importante.

Los testimonios y experiencias que leen a continuación nos dejan emocionalmente sensibles, deseosos de sentir y vivir lo mismo, transformando y haciendo nuestra mente mas fuerte, y a la vez sensibilizando nuestros corazones.

               ** Por la franqueza algunas palabras pueden herirnos


2017- 1º Bachillerato Alejandro Mardones

Antes que nada, pedirles a los presentes que abran su mente, que derriben todos los muros, que eliminen cualquier cosa que crean saber sobre literatura y oratoria. Les pido desde esta indefensa y expuesta posición que se abran…por completo.

No todas las obras de teatro son comedias, no todos los cuentos tienen final feliz, no todos los discursos inspiran, no todo es de color rosa.

Puestos en situación, déjenme narrarles la odisea de un desgraciado más.

Que por noviembre es por noviembre, cuando un chavalín escuálido y entusiasta sale por primera vez de Europa. Fija la vista en aquel lugar donde Gandhi liberó a un país entero de la opresión, donde el budismo e hinduismo tienen cuna y donde el rey y soberano de la gastronomía es el picante. No viaja solo, viaja junto a su mente, dispuesta a reflexionar… no sabe el craso error que está cometiendo.

Embarca un 22 de noviembre.

Desembarca un 3 de diciembre.

Fin.

Y este ha sido el cuento de este pobre desgraciado, aquí acaba el sueño, aquí comienza la pesadilla.

Porque lo importante, lo impactante, lo relevante, no es el viaje, mas el posterior razonamiento y la consiguiente reflexión

Ha tardado tres semanas en plasmar los pensamientos de aquella epopeya. No sabe bien por qué, tal vez sea por vergüenza, por inseguridad, por tristeza, o tal vez sea por miedo, por miedo a tener una visión tan distinta a la de los demás, por miedo a verlo todo tan oscuro, por miedo a recordar lo visto en India. Pero al igual que este humilde narrador les ha puesto en situación a usted, este confuso y asustado desgraciado también lo ha entendido.

Dejen que se explique, yo les transmitiré sus palabras.

Dice que entraba soñando con construir casas imponentes, amplias, firmes, acogedoras…soñando con un grupo de niños tirándose encima de él, riendo a carcajada limpia…soñando con salir de aquella aldea enorgullecido por su trabajo, dedicación y aportación a aquellas personas. Ahora tiene pesadillas con personas despóticas asesinado a sangre fría el espíritu de ayudar, con padres escondiendo a sus hijos de él, con una falta total de expresividad en los ojos de los aldeanos.

Dice que entró volando, con la capa hondeando, con sus superpoderes a punto, para estrellarse de una forma bárbara con la realidad, y darse cuenta de que esa gente no necesita a ningún héroe, no necesita a ningún extranjero para poner un ladrillo, no necesita tu ansia de demostrar lo eficiente y beneficioso que puedes resultarles. Te das cuenta de que, en este mundo, no hay cabida para los héroes, y mucho menos en ese mundo en el que no tienen tiempo para admirar a un hombre sobrevolando sus cabezas.

Dice que se derrumbó al sentir el calor que desprendían las sonrisas de esos estudiantes que disfrutaban tanto de la vida dejando a un lado sus limitaciones. Dice que sí, que lloró hasta que se le secaron los lagrimales, y que sí, que tienes razones para llorar. Dice que no todos disponen de esa familia, de esa organización, de ese cariño, de ese afecto, de esa comprensión, de esa protección, de esa felicidad, y que le entristece inmensamente el pensar que miles de personas se quedan al margen de tal trato tan excepcional y especial, dice que le da pena todas esas personas que quedan marginadas por la sociedad.

Dice que vendería su alma al diablo por un partido más con esas máquinas imperecederas repletas de energía e ilusión.

Dice que se tiraría por un barranco con tal de quedarse una noche más en vela charlando con Shantiv.

Dice que se embarcaría en un viaje junto a Caronte por el río Aqueronte si tan solo pudiera escribir una entrada más de su diario bajo esa atmosfera tan especial, tan cargada, tan misteriosa y tan desconocida.

Dice que ha aprendido cosas muy valiosas. Ha aprendido que el mundo es una mierda. Ha aprendido que el sufrimiento, la desgracia y la tristeza se encuentran encaramadas a cualquier farola, dispuestas a saltar en cualquier momento. Ha aprendido lo maquiavélica, despreciable y tóxica que es la gente, ya sea dentro o fuera de su realidad. Ha aprendido que es una persona perseguida constantemente por sus demonios, siempre al borde de colapsar en cualquier situación si se encuentra solo, siempre a punto de caerse si al tropezarse no encuentra ningún amigo en el que apoyarse. Ha descubierto que es una persona dependiente, sociable al extremo e incapaz de enfrentarse a la soledad. Ha aprendido que sabe reflexionar, sabe pensar, sabe diluirse en un mar de ideas sin ningún rumbo aparente, siendo esto un arma de doble filo, dejándole en lo mas alto de la cima, demostrando las lucidas y originales ideas que puede cocinar en esa pequeña materia gris, o lo rápido que baja siendo cadáver por la montaña, sumido en un tumulto de ideas y pensamientos agobiantes y negativos que no hacen mas que ahogarle. Ha aprendido que no son las sombras negras las que se encuentran en un segundo plano, sino que el matiz rosa es el imposible de encontrar. Ha aprendido que el mundo, le ponga los parches que le ponga, se descose, se desmorona, se pudre y se destruye.

Dice, por último, que no acepta ninguna expresión tal como me lo he pasado genial en este viaje o todo lo que me llevo son recuerdos buenos. Dice que todavía sigue sumido en la miseria. Dice que todavía le arde la garganta cuando recuerda la risa de aquel chaval al que le prestó la cinta del pelo. Dice que se despierta entre lagrimas e hiperventilaciones cuando sueña con aquella mujer cantando ese villancico. Dice que todavía se le acelera el pulso al escribir en su diario el cual empezó en ese país tan y tan lejano.

Sin embargo, dice que no le dejaría acabar la oración a aquel que le preguntase si repetiría el viaje, tal y como lo vivió. Dice que el problema es que la gente no entiende que lo que se debe de llevar una persona de tal experiencia son estas reflexiones, se le tiene que desgarrar el alma, tiene que llorar, sufrir, darse cuenta de lo negro que es este mundo. Tiene que estar dispuesto a regalarle su corazón a cualquier persona que haya conocido en ese viaje, porque cualquiera se lo merece más que él mismo.

Dice, finalmente, que lo mejor que le podría pasar es ver el mundo tan moribundo y tóxico como lo ve. Si no fuera así, no se vería en la obligación de repararlo.

Y esta es el pensamiento último de nuestro pobre desgraciado.

El mundo es una mierda.

Va a cambiarlo.

Alejandro Mardones

2016    1º bachillerato

 Caminando sin rumbo tengo alas como dumbo y aun asi voy tumbo a tumbo

No es lo que uno tiene sino lo que le sostiene lo material no se mantiene como hoja perenne

Todo lo moral es un ideal

sin real conocimiento del bien y el mal aun asi actuamos como jueces erramos infinitas veces

Mi propio destino; lo intento y no atino ahora todo lo certero equivale a un infinito pero

El problema del joven; sus futuros no ven Pensar pensar pero no saber en que va a acabar

Estudiar da trabajo de oficina recompensa infinitisima cruza la sima deja la oficina busca la recompensa que hace tu alma inmensa

Alguno se llama fascista mejorado  solo por el peindado; ha tenido el cerebro lavado

Todo esto efectos secundarios del dinero el final de todo lo sincero nos educamos para ayudar o para la vida al retrete echar

Dinero nos da la oportunidad de acabar la pobreza pero una vez que uno lo consigue acapara y reza Maneja para mantener beneficios y destruir oficios De su pobreza olvidó y al resto del mundo abandonó Mientras tanto muchos se siguen pudriendo ninguna salida viendo Lo tenemos delante porque necesitamos ir a oriente para que se cante?

Se les da dinero uno se siente entero pero siendo el final de todo lo sincero lo absorbe algun tercero

Crisis fundamental, ya no se diferenciar lo real lealmente nos rendimos al señor dinero sin preguntar porque da mal aguero

Hoy en dia todo se decide pronto y al que se equivoca se le llama tonto. La juventud nuestra madrugada ahi es cuando decidimos dinero o nada. Abusa sustancias sus memorias trazas Su pontencial trizas en consecuencia de sus pifias

No sabe pensar no sabe que hacer ya no sabe ver solo obedecer

Pobreza sistemica democracia endemica sistema problematico que lleva a que se tiren desde el ático

Decimos que vamos de hito en hito pero la gran mayoría pega un ahogado grito pidiendo ayuda pero la gente les mira muda

Sociedades tribales sus opiniones son triviales varias minorías, sus opiniones recibidas con miradas frías quien tenga dinero elige las vías quien tenga dinero establece las guías

La democracia no existe para la sociedad es un despiste distraídos como pájaros con alpiste La única manera de ayudar es concienciar para que sea posible actuar y así se terminara la pobreza por el que actúa y no el que reza

Después de todo nuestra conciencia esta en el lodo, apreciamos las cosas solamente de un modo, eso nos limita la vision de todo

Una nueva generación no es una mala copia de la anterior sino nueva gente persiguiendo un objetivo ulterior

Aun así competimos por ver quien es mejor no entendemos ese motivo superior la unificación significa la transmutación

Un mundo unificado nos llevara a algo de lo que nos habíamos desviado

                                                                       Nacho Pérez Hervada

2016

 Todos los aquí presentes estamos a punto de emprender un viaje a La India,

país intrigante y para la mayoría de nosotros desconocido. Pero… tras haber

realizado esta presentación, además de muchos otros trámites y labores, aun no le

hemos dado respuesta a la pregunta más sencilla y a la vez más compleja de este

gran viaje. 

¿Por qué razones queremos ir a La India?!

 La respuesta se encuentra en cada uno de nuestros corazones, y hoy aquí

será revelada.!

La India es un país de contrastes, en el que estoy segura de que cada paso

que das hace que te impresiones más. Tan pronto podremos estar rodeados de

individuos de clases sociales muy elevadas, de los que apreciaremos que su forma

de vida no es tan distinta a la occidental, como estar rodeados de auténtica

pobreza, tanta, que muchos no seriamos capaces de entender ni soportar. 

Asimismo, la cultura y las creencias religiosas son totalmente nuevas para

todos nosotros. El cristianismo, el budismo, el hinduísmo o el islam son religiones

que conviven en ese extenso territorio, también valores y modos de vida

inimaginables para occidente.

 Es una oportunidad poder salir de nuestras casas, de nuestro país y de

nuestra cultura para poder integrarnos en otra, donde conviviremos con familias y

costumbres nuevas y a la vez impactantes.

Además participaremos en un modelo de las Naciones Unidas, el Daimun,

donde desarrollaremos y mostraremos nuestras habilidades lingüísticas y

conocimientos haciendo uso del ingles, idioma que ya forma parte de nuestro día a

día.

 Como novedad, asistiremos a una de las fiestas más importantes de La

India, Diwali, festividad que representa la entrada del año nuevo hindú. Sus

representaciones y su explosión de colores dejará en nuestras mentes una huella

inolvidable.

Sin embargo, no es solo esto lo que compone nuestra ilusión e interés por

acudir a tan magnifico lugar, sino también poder aportar nuestro granito de arena

con ayudas sociales. No va a resultar fácil lidiar con la situación de pobreza, pero

es por ello por lo que vamos a colaborar en todo lo que este en nuestras manos.

Queremos un mundo mejor para esta gente y pondremos todo nuestro empeño en

conseguirlo. 

Como habéis podido ver son razones que en cada corazón aguardan con

ilusión y ansiedad de poder vivirlas y disfrutarlas como si solo hubiera un mañana.

                                                            1º Bachillerato         Autora: Lorena Hernández Fernández